top of page
Sofia_4x.png

Entre las torres de la memoria

Visibilizar la resignificación de la Vereda Santa Lucía en Nariño a través del monumento memoria conocido como Las Torres de la Paz, que se mantienen en pie desde el período del conflicto armado, que abarcó desde 1995 hasta el 2005. Estas torres representan un vínculo entre el pasado y el presente, como símbolo de resistencia y resiliencia a través de la identidad y los objetos cotidianos que lo rodean. Inicialmente, las torres fueron símbolo de violencia y vigilancia, pero con el tiempo, los habitantes locales las transformaron en un punto turístico tras su reconstrucción.

By Sofia Baigorri 
4909528_edited_edited_edited.png

LO QUE CUENTAN LOS OBJETOS

"La guerrilla construyó una base de operaciones y dos torres muy altas para vigilar la laguna, sirviéndose en parte de nuestros bosques" Comisión de la verdad

"Escogieron Santa Lucía para su construcción debido a la ubicación estratégica que tiene la vereda, al ser el último paso hacia el cerro y desde donde se puede controlar todo el acceso a la zona". Peña, 2014

"Son dos torres en madera, esa madera salió del bosque, esa era de las sanciones […] porque nosotros no cumplíamos unas leyes, que nos llamaban a reuniones y entre todos levantamos las torres […] en la orilla al filo de La Cocha hasta ahora están". Comisión de la verdad

"Antes de que llegaran la gente vivía bien, no había problemas de nada, después todos vivían al mando de ellos, es decir, ellos nos llamaban a reuniones todo el tiempo y a trabajar para ellos. Los obligaban a construir muelles, caminos para salir a los Alisales y las Torres Gemelas".

Comisión de la verdad

"Por no servirlos más a ellos, decido abandonar. No ve que en la casa mía dormían 60 o 50, me tocaba prestar los empaques para colchones. Antes de la toma de Patascoy salí, ellos ya habían estado trabajando allá en las trochas para meterse y tomarse eso".

Comisión de la verdad

El ejército decía que las querían tumbar, pero la comunidad no dejó porque ellos mismos la hicieron, por orden de ellos (las FARC) pero la comunidad misma las hizo, ellos le metieron el hombro”.

D. Jojoa, 2020

4909528_edited_edited_edited.png

OBJETIVO

Desarrollar e implementar escenarios de percepción y reflexión a partir de un “viaje” por los objetos públicos cotidianos, en torno al Monumento Memoria “Las Torres de la Paz”, para contrastar el pasado de conflicto (1995-2005) y el presente de esperanza (2024) en la Vereda Santa Lucia-Nariño.

4909528_edited_edited.png

JUSTIFICACIÓN

El conflicto armado ha dejado una profunda huella en Nariño desde 1980, aunque la región se destaca por su valioso patrimonio eclesiástico como las lajas, su patrimonio arquitectónico en la ciudad de Pasto, y el turismo ecológico en la Laguna de la Cocha. Sin embargo, surge la duda sobre ¿Qué sucede con el patrimonio que el conflicto armado dejó atrás?, especialmente en la Vereda Santa Lucía, situada en la punta de la Laguna de la Cocha. 
En este lugar, los habitantes vivieron el conflicto desde 1995 hasta el 2005 a manos de las FARC, quienes se adueñaron del territorio y los obligaron a construir dos torres de 10 metros de altura como punto de control y vigilancia. Estas torres, hoy conocidas como las Torres de la Paz, se han convertido en un monumento de memoria. Sin embargo, al ser consideradas un punto turístico, las narrativas e historias de la comunidad local y la transformación de objetos cotidianos como parte de la reconstrucción territorial, quedan en segundo plano.  

4909528_edited_edited_edited.png

CONTEXTO 

Nariño, debido a su ubicación geográfica en el nudo de los Pastos, formado por la cordillera de los Andes, se caracteriza por su aislamiento y dificultades en el acceso por tierra y aire. Esta particularidad lo convierte en un territorio atractivo para la presencia de grupos armados, que utilizan la región como punto estratégico de control y expansión desde el sur hacia otras partes de Colombia.
 
En este contexto, la Vereda Santa Lucía, situada en el corregimiento de El Encano y parte de la Laguna de la Cocha, también enfrenta un aislamiento geográfico, ya que su único acceso es a través de vía fluvial que requieren aproximadamente una hora de recorrido desde El Puerto. Esta peculiaridad llamó la atención de las FARC, quienes vieron en esta área la posibilidad de ejercer un control total sobre el territorio y su comunidad, utilizándolo como centro de abastecimiento y vigilancia 

Enlace al sistema de registro

QR SOFIA
bottom of page